Marie Camargo

** Marie Anne de Cupis de Camargo (15 de abril de 1710 en Bruselas; † 28 de abril de 1770 en París; verdaderamente Marie Anne Cupis de Camargo)** fue una bailarina francesa. Entre sus contribuciones más significativas al ballet, introdujo el zapato de baile sin tacón y la técnica del «Entrechat quatre».

Marie Anne Cupis de Camargo, conocida simplemente como Marie Camargo, nació en Bruselas en 1710 y se convirtió en una de las figuras más emblemáticas del ballet francés del siglo XVIII. Su pasión y talento por la danza la llevaron a París, donde su carrera floreció y dejó una huella indeleble en la historia de este arte.

Una de las innovaciones más notables de Camargo fue la introducción del zapato de baile sin tacón. Antes de su intervención, era común que los zapatos de ballet tuvieran un pequeño tacón, similar a muchos otros zapatos de la época. Sin embargo, Marie reconoció que un diseño sin tacón permitiría una mayor flexibilidad y facilitaría la ejecución de movimientos complejos, proporcionando una base más estable y segura para los bailarines. Esta adaptación no solo cambió la estética del zapato de ballet, sino que también revolucionó la técnica y las posibilidades de lo que los bailarines podían lograr en el escenario.

Otra de las contribuciones significativas de Camargo al mundo del ballet fue la introducción de la técnica «Entrechat quatre». El «Entrechat quatre» es un salto en el que el bailarín o la bailarina cruza sus piernas en el aire alternadamente, cambiando la posición de sus pies al menos cuatro veces. Esta técnica, que requiere una combinación de fuerza, precisión y agilidad, se ha convertido en uno de los movimientos fundamentales en el repertorio clásico del ballet.

Más allá de sus innovaciones técnicas, Marie Camargo es recordada por su pasión y dedicación al ballet. Su legado sigue vivo en las academias y teatros de todo el mundo, y su influencia puede ser vista en cada generación de bailarines que se esfuerza por empujar los límites de lo que es posible en el escenario.

**Marie Camargo: Una Bailarina Revolucionaria**

Marie Camargo nació en el seno de una familia de origen noble, siendo hija de Ferdinand-Joseph Cupis de Camargo, quien pertenecía a la nobleza española, y de su esposa Marie-Anne de Smet. Su padre desempeñó labores como profesor de violín y danza en Bruselas por varios años, y en 1720, la familia se trasladó a París. En esta vibrante ciudad, Marie, con solo 10 años, tuvo el privilegio de recibir clases de danza con la reconocida bailarina francesa Mlle Françoise Prévost, quien había nacido en 1680.

La carrera de Marie Camargo tomó impulso en 1726, cuando hizo su debut en París, capturando de inmediato la atención de expertos y críticos en la danza. A pesar de que en sus primeros años algunos críticos consideraron que su expresividad todavía era inmadura debido a su juventud, pronto la posicionaron entre las mejores bailarinas de su generación, prediciendo que podría incluso superar a su maestra Prévost. Sin embargo, tras un conflicto con Prévost, quien aparentemente, movida por celos, excluyó a Camargo de roles solistas, Marie decidió entrenar bajo la tutela del respetado maestro de ballet Michel Blondy. En 1730, con el apoyo de Blondy, fue nombrada la primera bailarina solista de la Ópera de París.

Marie enfrentó desafíos técnicos debido a los zapatos de tacón que eran comunes en esa época, pero aún así, logró ejecutar el Entrechat quatre, un salto complejo que requiere que el bailarín cruce rápidamente las piernas en el aire. Para superar estas limitaciones, Camargo tomó la decisión audaz de acortar unos centímetros su traje tradicional, que consistía en largas y opulentas faldas que llegaban hasta el tobillo y una estructura de armazón. Además, comenzó a usar zapatos de baile sin tacón, marcando una tendencia que sería adoptada en el mundo del ballet posteriormente.

Un aspecto destacado en la carrera de Marie fue su intensa rivalidad con Marie Sallé, quien también había sido alumna de Prévost y era tres años mayor que Camargo. Sallé, al igual que Camargo, también influenció cambios en la indumentaria del ballet, yendo incluso más allá al optar por usar una túnica griega hecha de un material transparente en su presentación de Pygmalion.

En 1736, Camargo se alejó temporalmente de la escena del ballet al convertirse en la amante del Comte de Clermont. Sin embargo, en 1741 regresó al escenario y continuó deslumbrando al público hasta 1751. Posteriormente, se retiró de manera definitiva, beneficiándose de una pensión otorgada por el estado francés.

**Conclusión**:

Marie Camargo no solo fue una bailarina talentosa, sino también una visionaria que desafió las convenciones de su tiempo. A través de su valentía y determinación, logró evolucionar el arte del ballet, dejando un legado duradero que ha influenciado generaciones de bailarines.

**El Legado de Marie Camargo. Su Influencia en el Arte y la Cultura**

Marie Camargo, además de ser una bailarina revolucionaria, también se convirtió en una figura de interés para varias personalidades literarias y artísticas de su tiempo. La rivalidad entre Camargo y Marie Sallé fue ampliamente reconocida en la sociedad europea del siglo XVIII, y hasta grandes literatos como Voltaire dejaron constancia de estas disputas en sus escritos.

Además, otro personaje icónico de la época, Giacomo Casanova, también mencionó a Camargo en el tercer volumen de sus memorias, mostrando el alcance y la resonancia que la bailarina tuvo en diferentes círculos sociales y culturales.

A lo largo de los años, la historia de Camargo ha inspirado diversas obras artísticas. Por ejemplo, Marius Petipa, un coreógrafo de ballet francés, y Léon Minkus, un compositor austriaco, se unieron para crear el ballet «Camargo». Esta producción se estrenó el 17 de diciembre de 1872 en San Petersburgo y narra en tres actos la vida y carrera de la bailarina.

Sin embargo, su influencia no se limitó al ballet. Enrico de Leva y Charles Lecocq, compositores de renombre, crearon óperas basadas en la vida de Camargo, resaltando su impacto en la música clásica.

Su legado también se consolidó en el siglo XX con la fundación de la Sociedad Camargo en Londres en 1930, evidenciando que su influencia y reconocimiento persistió mucho después de su muerte.

**Una Familia de Artistas**:
Marie Camargo no fue la única talentosa en su familia. Su hermano, Jean-Baptiste Cupis de Camargo, nacido un año después que Marie, se destacó como uno de los violinistas más renombrados en el París del siglo XVIII y también ejerció como compositor. Por otro lado, François Cupis de Renoussard, otro miembro de la familia, también tuvo una carrera exitosa en el mundo de la música, siendo un destacado violonchelista y compositor.

Marie Camargo, con su talento y determinación, no solo dejó huella en el mundo del ballet, sino también en la literatura y la música. Su legado y su influencia en el arte europeo demuestran la importancia de las figuras revolucionarias en la historia y cómo pueden inspirar a generaciones posteriores en diversas formas de expresión artística.